A la conquista del cuerpo deseado by Miquel Missé

autor:Miquel Missé [Miquel Missé]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Egales
publicado: 2024-09-28T00:00:00+00:00

Trans is Pop

La activista trans estadounidense Julia Serano explicaba en su artículo «Cazadores de faldas: por qué los medios de comunicación representan la revolución trans con pintalabios y tacones» (Egales, 2015) que la representación cinematográfica de las mujeres trans estaba basada en dos prototipos casi únicos: la embustera y la patética. La mujer trans embustera es una mujer heterosexual atractiva, absolutamente invisible como persona trans para cualquiera, que busca seducir a los hombres ocultando su pasado. Al final de estas películas se descubre que se trata en realidad de una mujer trans y ella pasa a ser alguien despreciable que ha osado mentir sobre algo tan capital y sobre todo ha puesto en jaque la heterosexualidad masculina. En definitiva, un personaje bastante negativo. En contraposición, la mujer trans patética es una mujer que es totalmente visible como persona trans y que es presentada como una persona histriónica, obsesionada por la feminidad hasta rozar el ridículo. Nunca pasará desapercibida como una mujer, así que es inofensiva para los hombres heterosexuales, que nunca «caerán en su trampa». De nuevo, otro personaje bastante negativo también. La representación de las mujeres trans ha sido durante décadas bastante pobre y estereotipada además de poco empoderadora. Pero ahora parece que la representación mediática ha cambiado y lo que se proponen son relatos positivos de historias de personas trans exitosas. Algo se ha movido en el esquema embustera/patética y tenemos que buscar nuevos marcos para interpretar esta avalancha de nuevos personajes trans.

Seguramente el caso más paradigmático por su mediatización es el de Caitlyn Jenner, una mujer trans que se presentó al mundo en una portada de la revista Vanity Fair en 2015. Jenner no encaja en el prototipo de embustera ni en el de patética. Jenner es lo que yo llamaría una «mujer trans con trayectoria heroica y profesión respetable», algo así como un nuevo prototipo. Podríamos sumar también en este grupo a la directora de cine Lana Wachowski, a la exsoldado Chelsea Manning y a la actriz Laverne Cox, entre otras figuras. Ojo, me hago cargo de que estas tres últimas mujeres trans que acabo de citar han sostenido posturas políticas muy críticas con las desigualdades sociales y han mostrado un auténtico compromiso con la comunidad trans y la justicia social (a diferencia de Jenner, que pidió el voto para Donald Trump). Pero en donde quiero fijar la atención no es tanto en sus historias de vida cuanto en su representación mediática, que a menudo se escapa de sus propias voluntades. Es decir, me interesa su trabajo artístico y político, pero me inquieta cómo la comunicación de masas domestica y suaviza su imagen. Manning fue portada de la revista Vogue en agosto de 2017, Cox fue portada de la revista TIME en mayo de 2014. ¿Cómo es posible?, ¿por qué ellas?, ¿por qué ahora?

Alguien puede estar pensando que ya me vale, que debería estar dando saltos de alegría, que es una gran noticia que aparezcan en los medios historias positivas de personas trans. Pero creo que la cuestión es mucho más delicada.

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